Una historia sin fin
Actualizado: 6 jul 2020
Tu tejes historias. Sabes -porque no es la primera vez que te sucede- que hay momentos, personas, encuentros, olores, sensaciones que nada borra su marca. Has aprendido por eso que los puntos finales son solamente, de uno en uno, puntos conectores. Y ¡cuántos puntos en conexión has puesto en marcha!.
Cierras los ojos y sonríes al recuerdo del suave tacto de las caricias de mamá y sus apapachos que huelen a dulce, como esas galletas en las tardes de lluvia. Si te concentras crees poder sentir la mantequilla en tus mejillas de esas sobritas de masa que te dejaba saborear de su espátula mágica. Ríes y hasta crees sonrojarte cuando te descubres en ese rinconcito secreto donde diste tu primer beso y las miles de mariposas que creías saldrían revoloteado de todos tus poros. Se te encoge el estómago al evocar la pérdida de un amor soñado para ti, el pecho dolorido. Tus ojos se humedecen cuando la memoria se te vuelca a ese momento en que tuviste que decir adiós y como cada que hueles ese perfume su silueta se dibuja nítidamenete frente a ti.
Te han pedido tiempo, te han dejado de lado, te han amado, te han cuidado, te han lastimado y tu...tu has construido historias sin fin. La atemporalidad de tu mente te sorprende ¿Cómo es que puedes sentir que estas viviendo todo eso de nuevo? ¿De dónde viene esa ráfaga de emociones y sensaciones? Ríes como "loco" de pronto, o lloras por las noches. Sientes huequitos en el pecho o abrazos que contienen. Qué más va a ser sino el cúmulo de historias que siguen en puntos suspensivos.
Cúmulo de historias. Eso es lo que somos. Día a día con el privilegio de ser testigo en la vida de otros, en primera fila con mi escucha atenta, puedo decirte que he confirmado no hay mayor verdad que esta. Estamos hechos de olores, sensaciones, momentos, palabras, miradas. Trazos y huellas que se van quedando en tu caminar por la vida. Una serie de puntos conectores que tejen tu historia y te hacen ser la persona que eres. y ¡qué bonito cuando pequeños momentos entretejen sus significados!

Es por esos puntos conectores que finalmente la vida no es casualidad, sino destino. Uno que construyes con cada paso que das y cada decisión que tomas. Porque tarde o temprano te encuentras tratando de escapar de aquello que en el fondo de tu corazón ya has accedido. Porque el destino y su singular manera de presentarse ante tí esta ahí, esperando que avances, que des el paso. Pasos que uno a uno construyen y definen el sendero por el que deambulas. Un andar que espera que sea el momento, y entonces, un encuentro, una sorpresa, lo inesperado cobran todo su sentido y significado.
Así, cada experiencia significativa para ti, digamos que dejando su marca, su puntito, establece nuevas conexiones. Es por eso que nunca se trata de olvidar lo pasado, o que porque ha terminado ha dejado de ser. El psiquismo no conoce tiempo, en él todo es vigente, todo cuenta.
En su aspecto positivo, es algo muy lindo, por que ante una situación de miedo o tristeza por ejemplo, puedes evocar la palabras de amor que te daba mamá, o el abrazo de papá, las risas con tus amigos, el afecto de tu pareja. Tienes en tí, digamos una red de momentos y sensaciones a las que acudes por consuelo. Estás lleno de huellitas y pedacitos de otros y esto te fortalece. Sin embargo, así como se guarda lo bonito, también lo complejo y doloroso queda registrado. Por ello algo que pasó años atrás puede seguir doliendo, o quizá puede seguir siendo la razón de que hoy en día no logres algún cometido. Heridas que aun punzan, siluetas que no se borran, palabras que no se olvidan.
He ahí la importancia de poder dedicar un tiempo o un espacio para reconocer cuáles son esas historias que has construido, que trazos conservar y a cuales darle nuevos significados.
Y así en lo infinito de tu mente, tu tejiendo, soñando, evocando, construyes historias sin fin.