¿Estaré intenseando?
Intensear es un verbo que se ha puesto de moda. "Soy-eres una intensa" "Ya se puso de intenso" "No estes intesenado". Lo he escuchado más de una vez, más de un paciente o amigo me ha externado la preocupación de caer en esa categoría y yo, te confieso, he sido acusada de tal etiqueta por más de uno.
De acuerdo a la RAE intenso es un adjetivo que implica "que tiene intensidad", "muy vehemente y vivo". Entonces me pregunto en qué momento pasa la intensidad de ser un adjetivo que apela a tu disposición por vivir con todas las expresiones que de ello devengan, una prueba de la riqueza de quién eres, a un adjetivo de connotación negativa al que hay que huirle.
Ser catalogado de intensa o intenso es un mal que se teme en nuestros días. Que te digan que eres intenso es como un maleficio que te hace sentir inadecuado, ¿pides mucho? ¿te estás pasando?. Quizá te ha sucedido que te has callado algo que querías decir, aguantado las ganas de llamar, mandar un mensaje, pedir algo, todo por miedo a ser intenso y que la otra persona se incomode o peor aun, se aleje.
¿Por qué?. Mi teoría es que el "intensear" tiene que ver con una expresión emocional y eso de alguna manera implica el exponerte, el mostrarte abierto y honesto. De tal modo que la "intenseada" pareciera estar medida por la capacidad receptiva, de escucha y atención a lo que tienes que decir por parte de la otra persona. Ser intenso es una etiqueta que te vendrán a colocar cuando eso que compartes o que buscas llega a ser mucho para sostener por la persona con quien estas compartiendo.
¡Vaya dilema no! Como si alguien más pudiera decirte si lo que sientes, lo que estás dispuesto a ofrecer o pedir fuera mucho o poco. ¿Te das cuenta para donde va la cosa?. Considero que eso de ser intenso es más un radar para reconocer si con la persona que estas es capaz de entrar en sintonía contigo, y si lo que dices es "exagerado" o "demasiado" quizá no es el lugar para ti. Que usar el adjetivo intenso es una ambigüedad, es un adjetivo que se usa como un respuesta evasiva, desde el miedo o la inseguridades para no entrarle a eso que tú valiente y conscientemente has compartido. Es un darle la vuelta al asunto donde el otro no quiere implicarse y entonces quizá valga la pena preguntarse ¿Qué haces en una relación en donde no sientes la confianza o libertad para hablar de lo que sientes?
Pareciera que hemos convertido la honestidad, el ser directo y frontal con lo invasivo y pasado de tono, sin embargo no hay nada más valioso como ser sincero contigo mismo y en consecuencia con los demás. Ya había escrito sobre la vulnerabilidad y lo cierto que es tener miedo a exponerte cuando hablas desde lo genuino ... pero qué te digo, como la "intensa" que soy, creo que vale más la pena decirlo y ¡vivir!. Que si alguien te gusta le digas, lo invites a salir, mandes un mensaje al día siguiente de la cita, hacerle saber si algo te incomoda, hacerte la o el preguntón, decir desde el inicio lo que buscas y no "andarte por las ramas", y si te dicen que estas intenseando quizá lo mejor sea dejarlo ir. Tienes derecho a decir lo que piensas y quieres y a encontrar a alguien que no se asuste y le resulte amenazante.
Eso sí, no olvides que eso no debe de trasgredir los límites de otros y buscar el consenso y no la imposición. Que no es lo mismo llamar y decir <me gustas, me gustaría verte de nuevo>, abrir el diálogo sobre el famoso <a dónde va la relación> <qué esperas tu de mi>, que una lista de 10 llamadas perdidas porque no te contesta, cuando seguro está en el trabajo o el cine, cuando revisas el cel, cuando pides santo y seña de dónde esta. Nos vamos entendiendo ¿no?. Rebasar los límites del otro, incomodarle, invadir su privacidad no está bueno; sin embargo poner como dicen, las cartas sobre la mesa nos vendría muy bien a todos.

Así que si ser intensa/o es vivir con la valentía de mostrar quién eres y atreverte a arriesgarte, preguntar y hacer saber lo que piensas y sientes, quizá es uno de los adjetivos más "empoderadores" que te hayan dicho.
¡Basta de catalogar como negativa la riqueza que hay en la honestidad!