Efectos colaterales
Actualizado: 26 abr 2020
Me miras, te noto cansada, has estado luchando, contigo, con tu pasado, con tus fantasmas. Te noto cansada, por que te he visto valiente, sesión a sesión, recorriendo las posibilidades, afrontando. Te escucho atentamente decirme que ya no quieres ser definida por lo que sucedió antes, ahora quieres que te miren desde esta renovación que has encontrado, desde este lugar en el que te descubres sin miedo, valiosa, independiente y fuerte.
Algunos -me dices con tristeza- miran tu transformación como una amenaza "estás muy cambiada" "ahora eres muy sentimental" te dicen. Palabras que hacen eco en el fondo de ti, pues has aprendido que sentir y expresarte es tu derecho y que al hablar, los malestares de tu cuerpo callan. Me miras y me preguntas si estás haciendo algo mal, si cambiar y pedir distinto es un problema. Yo en silencio, te respondo con una mirada cálida, invitándote a no vacilar más, a saberte libre.
Iniciar un proceso de análisis es un acto de valentía. De inicio puedes tener la necesidad de acudir a un espacio de terapia porque sientes que ya no puedes hacer frente a lo que te pasa con tus propios recursos. Necesitas ayuda. Asistes con la finalidad de disminuir o erradicar un sufrimiento, no obstante en el recorrido que ello implica, te descubrirás valiente. Por que en la labor de ir juntos, analista y paciente, encontrando los motivos de tu malestar te lanzas a la tarea de mirar en tu pasado y presente de forma diferente, a hablar mucho, escucharte a tí mismo, aprender a contar tu historia y repensarla, y eso no lo hace cualquiera. Es una aventura para valientes.
Hace tiempo escuché decir a una persona "Que miedo ir a terapia que tal que cambias tanto que dejas todo de lado" y sí, ir a terapia es abrir un mundo de posibilidades en las que te re-piensas a ti mismo, en la que buscas construir una versión renovada, más auténtica, más consciente, más responsable y sí....ello puede traer ciertos "efectos colaterales".

Al ir replanteando el por qué de tus acciones y modos de ser, piensas en nuevas posibilidades. Piensa por ejemplo en la persona sumisa, el esposo paciente pero que calla lo que siente, la víctima, el victimario, la madre abnegada, la hija rebelde... ponle el rol o categoría que gustes. Cuando comienzas a entender el porqué y entonces comienzas a cambiar, a renovarte, a descubrirte capaz de colocarte en lugares distintos...como efecto dominó una pieza mueve a todo a su alrededor. Y podrá suceder que algunos se muestren confundidos o reacios a tu cambio.
Si de pronto el que nunca hacía escuchar su voz enuncia y opina, será tildado de rebelde, si la sumisa se muestra fuerte y segura al otro no le será cómodo tener una igual a su lado, si el que calla y acepta pone un límite mueve al otro, si el que siempre perdonaba pone un alto el otro sentirá la sacudida, si uno avanza y descubre y el otro se estanca, si emocionalmente maduras y tu alrededor no, si descubres que un miembro de tu familia intoxica más que sumar. Si una amistad dejó de tener sentido, si ese ese trabajo no va más con lo que enuncias es tu proyecto de vida, si tu matrimonio dejó de tener un motivo que los una, si repiensas la paternidad... y si... las puertas y los laberintos son infinitos...y de eso se trata, de tener un espacio para explorar y decidir haciéndote cargo de ti y no dejarlo al azar.
Que en el descubrirte existe el efecto secundario de cambiar, de moverte. Efectos colaterales que sacuden las piezas y que bien pueden sumar a otros a tu descubrir...o descubrirte teniendo que soltar, porque ello ya no va más contigo, porque has avanzado, porque eres diferente... Y eso no puede estar mal.
Me dices que has estado pensando cambiar de rumbo, de decidir ahora por tí. Tienes miedo, es dar un giro de 180°, sientes tristeza, es dejar atrás apuestas importantes, tienes esperanza, es buscar lo que te haga estar en paz y feliz.
Efectos colaterales: autoconocimiento, renovación, libertad.
Efectos colaterales... cambiar de sitio, pensar distinto, relacionarte diferente.
Efectos colaterales... dejar ir lo que ya no va con la nueva versión de tí mismo.